lunes, 6 de marzo de 2017

Marzo mes de la Nutrición

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud la nutrición se define como:
La nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo. Una buena nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el ejercicio físico regular) es un elemento fundamental de la buena salud.

Una mala nutrición puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad.
Copiado de: http://www.who.int/topics/nutrition/es/


La nutrición es el conjunto de procesos mediante los que se transforma los alimentos en nutrientes. Son los nutrientes, el oxígeno y el agua, los elementos necesarios para el mantenimiento de la vida de los seres aerobios, tanto unicelulares como pluricelulares.
Para lograr una nutrición saludable hemos de procurar una dieta correcta y una manera adecuada de preparar los alimentos. La elección de la dieta es ciencia y arte.
En los animales superiores, la nutrición comprende varias etapas, ingestión, masticación, deglución, digestión, absorción, metabolismo y excreción. Etapas que constan de procesos tanto físicos (masticación, deglución, avance del bolo alimenticio a través del tracto digestivo), como bioquímicos (que comprenden todo el conjunto de transformaciones químicas que sufren los alimentos hasta transformarlo en un nutriente útil para el organismo).
Las transformaciones químicas se producen gracias al ácido clorhídrico y a las enzimas digestivas, como son la ptialina, amilasa pancreática, las lipasas, proteasas, peptidasas, las enzimas intestinales y al efecto emulsionante de la bilis.

¿Qué es la Nutrición?

Definiendo la Nutrición
Nutrición es un término muy amplio, que abarca todos los procesos mediante los cuales un ser vivo adquiere los elementos necesarios para mantener la vida, a excepción del oxígeno y del agua. Mientras que la alimentación es el acto de tomar los alimentos.
Así pues, la nutrición consiste en transformar los alimentos en nutrientes. Es decir, tomamos alimentos que tras digerirlos, absorberlos y metabolizarlos se convierten en nutrientes, que a través del torrente sanguíneo llegan a todas las células de nuestro cuerpo.
En los animales superiores, la nutrición comprende varias etapas, ingestión, masticación, deglución, digestión, absorción, metabolismo y excreción. Etapas que constan de procesos tanto físicos (masticación, deglución, avance del bolo alimenticio a través del tracto digestivo), como bioquímicos (que comprenden todo el conjunto de transformaciones químicas que sufren los alimentos hasta transformarlo en un nutriente útil para el organismo). Las transformaciones químicas se producen gracias al ácido clorhídrico y a las enzimas digestivas, como son la ptialina, amilasa pancreática, las lipasas, proteasas, peptidasas, las enzimas intestinales y al efecto emulsionante de la bilis.
La digestión comienza en la boca con los procesos de masticación y salivación. La masticación es indispensable para triturar los alimentos y favorecer la digestión química y enzimática. Esta última comienza en la boca con las amilasas salivares (ptialina), responsables de la primera degradación de los carbohidratos, particularmente del almidón.
La digestión reduce el alimento hasta liberar los nutrientes, que por el proceso llamado absorción pasarán a la vena porta hepática que los conducirá al hígado; donde pueden sufrir transformaciones químicas. De esta manera, unos nutrientes pueden ser trasformados en otros para aprovechar mejor los recursos, y garantizar la satisfacción de las necesidades del organismo. Y finalmente, los nutrientes, vehiculizados por la sangre, son distribuidos por todo el organismo, para atender las necesidades de todas nuestras células.
El sistema digestivo comprende: boca, epiglotis, glándulas salivares, esófago, estómago, intestino delgado y grueso, hígado, vesícula biliar, páncreas.
Esquema del sistema digestivo
En definitiva, y resumiendo, la nutrición consiste en obtener de los alimentos que ingerimos las sustancias útiles que nuestro organismo necesita.
Pero, la correcta nutrición no solo depende del buen funcionamiento del sistema digestivo sino también del sistema nervioso. O quizás mejor, deberíamos decir del sistema neuroendocrino. No podemos olvidar que el sistema nervioso autónomo o vegetativo regula todas las funciones que son vitales. Y esto se realiza directamente mediante la inervación de nervios simpáticos y parasimpáticos o bien mediante la combinación del sistema nervioso autónomo con el sistema endocrino. Ejemplo de esto último es la función reguladora del hipotálamo a través de los ejes: hipotálamo-hipófiso-ovárico; hipotálamo-hipófiso-tiroideo, hipotálamo-hipófiso-suprarrenal, hipotálamo-hipófisis-hormona del crecimiento. Ejes que regulan los procesos de nutrición desde el control de la voluntad de comer, hasta el control del metabolismo energético.
El aroma y color de los alimentos estimulan la secreción de saliva, de jugos gástricos y el peristaltismo, a través del sistema parasimpático. Las emociones como miedo, preocupación o enfado estimulan al hipotálamo que activa al sistema nervioso simpático, que a su vez deprime las secreciones e inhibe la peristalsis.
Y el círculo se cierra de la siguiente forma: El sistema nervioso regula el funcionamiento del sistema digestivo, y a su vez el sistema digestivo aporta los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del sistema nervioso, el cual es la base material de nuestra alma y estado anímico.

Los nutrientes

Los requerimientos nutricionales de cada individuo son diferentes y dependen de la edad, sexo, tipo de actividad, si está sano o sufre alguna enfermedad…. Por lo tanto, no hay una dieta universal sino que hay que adaptarla a las necesidades de cada caso.
Tras dar una pincelada a los aspectos fisiológicos y bioquímicos de la nutrición, me gustaría adentrarme en el objeto de la nutrición: los nutrientes. Según su cualidad química se distingue entre nutrientes orgánicos e inorgánicos.
Los nutrientes orgánicos son los macronutrientes: carbohidratos, lípidos y prótidos. Mientras que los nutrientes inorgánicos son los minerales, los cuales en función de las cantidades que el organismo necesita se clasifican en macrominerales (calcio, fósforo, magnesio, azufre) y oligoelementos (hierro, zinc, cobre, yodo, flúor, cromo, cobalto, selenio, manganeso, molibdeno).
Los tipos de nutrientes en los alimentos
Nuestro organismo tiene la gran capacidad de transformar unos nutrientes orgánicos en otros (acción realizada principalmente por el hígado), salvo un conjunto de estos llamados nutrientes esenciales, que son indispensables para la vida y que necesariamente han de ser tomados en la dieta (por ello hay que tener precaución ante las dietas restrictivas). Estos nutrientes esenciales son: ciertos aminoácidos (histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina), vitaminas (A, C, D, E, K, B1, B2, B3, B6, B12, el ácido pantoténico, la biotina y el ácido fólico), algunos ácidos grasos (α-linolénico (18:3ω-3) y el linoleico (18:2ω-6)). Mientras que los nutrientes inorgánicos han de ser todos tomados en la dieta, pues nuestro organismo no puede transformar unos en otros.
Sí, efectivamente, la nutrición es el conjunto de procesos físicos y bioquímicos necesarios para transformar los alimentos en nutrientes. Sin embargo, para lograr una buena nutrición no basta entender y cuidar nuestro sistema digestivo; sino hay que conocer qué y cómo se debe comer en cada etapa de nuestra vida. Para proveer a nuestro organismo de los elementos que requiere para conservar una buena salud y suministrarle energía para mantener una buena actividad y animosidad. Ahora se puede entender la importancia de una dieta correcta para lograr una buena salud
Desde hace miles de años el hombre es consciente de la importancia de una adecuada alimentación para conseguir una correcta nutrición. Con el paso el tiempo, la alimentación ha pasado de ser una preocupación instintiva (preocupación de saciar el hambre y la apetencia) a ser una preocupación consciente, al comprender su importancia para la salud. Así, han ido surgiendo tantas y tantas escuelas y doctrinas sobre la nutrición, desde el antiguo Egipto y la antigua China hasta hoy. Algunas de ellas son intuitivas, otras filosóficas, otras religiosas, otras están basadas en la experiencia y otras se apoyan en bases científicas. Y si bien, todas comparten un mismo fin: mantener una buena salud; hay serias contradicciones entre todas ellas.

Algunas de las escuelas y corrientes nutricionales

  • Macrobiótica
  • Taoista
  • Las incompatibilidades
  • Vegetariana vs Omnívora
  • Suplementación
  • Según Grupo sanguíneo
  • Según el pH
  • Crudivorismo
  • Las dietas sin:
    • sin gluten
    • sin leche de vaca
    • sin azúcar
    • sin sal
  • Mecánica cuántica
  • Dietas de adelgazamiento
  • Etc.

Nutrición saludable

Un análisis comparativo de todas las teorías y escuelas nutricionales que han aparecido a lo largo de la historia y de las que todavía hoy están vigentes no es posible en este artículo. Pero sí cabe indicar las líneas básicas de una adecuada nutrición.

Nutrición en salud:

  • Alimentos
  • Ambiente
  • Horario
  • Escucharnos
  • Evitar pausas extremas
Los alimentos que comemos conforman nuestra dieta. ¿Qué características debe cumplir una dieta saludable?
  1. La dieta elegida debe proveer al organismo todos los nutrientes que necesite para su correcto funcionamiento.
  2. La elección de los alimentos que ingiramos deberá hacerse de manera que aportemos la menor cantidad posible de toxinas. Es decir, conviene elegir los alimentos frescos y naturales, evitando al máximo los productos elaborados industrialmente, los enmohecidos, los refritos y los ahumados. Les recomiendo la vuelta a la cocina, y les animo a que preparen la comida a partir de productos naturales.
  3. Conviene elegir los alimentos de temporada, por ser los más adecuados a las necesidades en cada estación.
  4. Y siempre les recomiendo huir de las dietas extremas, pues en el equilibrio se encuentra la virtud. Tengan especial cuidado tanto con las dietas restrictivas como con los suplementos alimenticios o alimentos enriquecidos.
Y, no basta con la elección de la dieta adecuada. También, hay que prestar atención a la forma de preparar los alimentos. No es lo mismo tomar los alimentos crudos, hervidos, asados o fritos. Esto aparentemente tan evidente, no siempre lo es y no siempre se tiene en cuenta. En general, a este respecto cabe seguir unas reglas básicas:
  1. Los alimentos crudos y fríos se evitarán en las estaciones de otoño e invierno. Y no se abusará de ellos en verano.
  2. Los alimentos fritos deben tomarse con mesura. Evite freír a demasiada temperatura para que no se queme el aceite. La reutilización del aceite debe hacerse previo filtrado. Nunca se reutilizará el aceite si éste se ha oscurecido.
  3. Los alimentos preparados a la brasa y horneados son aconsejables en invierno. Pues, calientan, templan y secan.
Factores relacionados con la nutrición que mejoran la salud
Conviene escuchar a nuestro cuerpo. Nuestro organismo nos avisa cuando tomamos una dieta desequilibrada, y pone en marcha mecanismos para recuperar su armonía. Así, ante un exceso de ingesta de minerales o vitaminas (debido generalmente a la ingesta de suplementos o de alimentos enriquecidos) nuestro cuerpo nos pedirá comer más proteína, grasa, hidratos de carbono y beber más agua.
Mientras que si se excede en proteínas, grasas y azúcar refinado nuestro cuerpo responde con apetencia por la sal y otros minerales como el calcio. Si no se lo aportamos lo extraerá de otro sitio, provocando desmineralización.
Los azúcares refinados requieren de un aporte mayor de grasas y proteínas. Y a la inversa, un exceso de proteína y grasa pide azúcares refinados y agua. Y no solo esto, también nuestro estado anímico y físico como nuestras actividades física y mental nos pueden estar demandando ciertos nutrientes, que se traducen en forma de apetencias. Apetencias que conviene reconocer y satisfacer, siempre prestando atención para que no se convierta en un exceso o adicción.
Además de todo lo dicho, el ambiente que nos circunda durante la comida afecta al proceso de digestión. No olvidemos la relación directa entre el sistema digestivo y nervioso. El ambiente durante la comida ha de ser tranquilo y amable. Hay que evitar la tensión durante la comida. Para evitar que el sistema nervioso simpático bloquee o enlentezca los procesos digestivos.
También, hemos de ser conscientes de que estamos comiendo. Si se come viendo la televisión o leyendo nuestra atención se retira del acto de comer. No somos conscientes de lo que estamos comiendo y de esta manera nuestro sistema nervioso autónomo no tiene el refuerzo de los sentidos, vista y olfato, que activan el funcionamiento del sistema digestivo por la estimulación parasimpática. De esta manera nuestro sistema digestivo está menos preparado para realizar la digestión. Y, por si fuera poco, además, nos perdemos un placer básico de la supervivencia: el placer de comer, que es uno de los placeres instintivos básicos que nos anclan a la vida.
Y por último, el horario. Nuestro organismo prefiere la frecuencia a la cantidad. Es decir, prefiere que la ingesta diaria se reparta en muchas tomas a comer casi toda la ingesta en una o dos comidas principales, dejando largo tiempo de ayuno entre ellas. Y, agradece una rutina horaria, ya que nuestro cuerpo posee un reloj interno que regula todas las funciones vegetativas, para acomodar las funciones vitales tanto a las necesidades como a los aportes.

Terapia nutricional

En qué consiste la terapia nutricionalDel mismo modo que la nutrición equilibrada es indispensable para una buena salud; en situaciones de enfermedad, hay que adecuar la dieta para que la nutrición sea la apropiada para que coadyuve en la sanación En esto consiste la terapia nutricional.

Corolario

La correcta nutrición es indispensable para disfrutar de una buena salud física y psíquica. Las reglas básicas para conseguir una buena nutrición son pocas y sencillas, y por lo tanto fáciles de seguir. No conviene perderse ni angustiarse entre tantas dietas y recomendaciones que circulan por todos los lados.
Si se pretende lograr algún objetivo con la alimentación, es conveniente buscar el consejo de un experto, ya sea nutricionista, dietista o bromatólogo, para que le explique las virtudes y contraindicaciones de cada dieta.
Copiado de:http://www.saludterapia.com/glosario/d/74-nutricion.html

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